lunes, 30 de enero de 2017

RÍO DE LAS YEGUAS POR EL CAMINO DE LOS MADEREROS (PARQUE NATURAL SIERRA DE CARDEÑA Y MONTORO) 28-01-2017


PARQUE NATURAL SIERRA DE CARDEÑA Y MONTORO



Lindando con su vecino Parque Natural Sierra de Andújar y con la provincia de Ciudad Real, la serenidad del entorno se refleja incluso en el paisaje, de formas redondeadas y suaves lomas, resultantes de la lenta erosión del granito. Sólo se exceptúan los cursos de los ríos Yeguas y Arenoso, por los que campa la nutria, donde el paisaje se hace abrupto. 

La vegetación que lo cubre está compuesta, casi a partes iguales, por dehesas, pinar de repoblación y monte mediterráneo, constituyendo un lugar ideal para la caza, mayor y menor. Por su parte, en los pinares de piñonero y resinero, se aprovechan piñones y madera. En las dehesas, el hombre ha conseguido armonizar los escasos aprovechamientos agrícolas con los pastos y la ganadería, además de la miel y otras actividades tradicionales extractivas. Por tanto, es obligado deleitar el paladar con los productos del cerdo ibérico, alimentado de bellota en la dehesa, y con los guisos de la caza. También es famosa la leche de las vacas alimentadas en esta comarca de Los Pedroches. 

El parque natural ofrece una completa red de senderos que el caminante puede recorrer a pie, a caballo, en burro o en bici. A través de ellos observará desde las piaras de cerdos en las dehesas hasta vacas pastando o, en función de la estación y la hora, numerosos ciervos y jabalíes. También es frecuente divisar numerosas rapaces, ya que aquí conviven numerosas especies de águilas (imperial, real, calzada y culebrera), buitres (negro y leonado) y la cigüeña negra junto con la blanca. 


El sendero señalizado Aldea del Cerezo-Venta del Charco recorre la única dehesa de roble melojo existente en la provincia. Igualmente, muestra los típicos bloques redondeados de granito, llamados "bolos" por los habitantes de la zona. Al caer la noche se puede descansar en los alojamientos rurales existentes en ambas aldeas. 


La visita al parque natural puede completarse con una visita al centro de visitantes Venta Nueva, que cuenta con un completo conjunto interpretativo de este espacio y donde el visitante encontrará información de las distintas rutas de senderismo que se pueden realizar; un paseo por el puente gótico-renacentista de la señorial Montoro y por su conjunto histórico artístico, tras el cual, lo mejor es hacer una parada para degustar las típicas logroñesas. Otra opción, esta vez en Cardeña, es saborear los derivados del cerdo ibérico y la carne de caza.


Este parque es, por tanto, un espacio en el que sus habitantes han sabido vivir en armonía con el medio natural, donde contrasta el paisaje rural de las aldeas con la aristocracia de Montoro y donde los usos tradicionales, la artesanía y, en los últimos años, el creciente turismo rural sustentan la economía de la zona.”



Texto extraído de la Ventana del Visitante de los Espacios Naturales de Andalucía:






Para llegar al punto de inicio de la ruta tenemos que situarnos en la localidad Cordobesa de Cardeña. Desde la calle Robledillo sale la pista conocida como “Camino de los Madereros”. Tomamos ésta pista, que está en perfectas condiciones para un turismo y tras recorrer 6 kilómetros, coincidiendo con un sendero señalizado (Sendero del Camino de los Madereros), llegamos a una bifurcación, donde hay algo de espacio para estacionar vehículos.

Comenzamos a caminar por la pista principal, hacia el Sureste, por una zona bastante llana y entre una preciosa dehesa de encinas. A los pocos metros atravesamos el arroyo de los Madereros. Cuando tan solo hemos recorrido 700 metros llegamos a la altura del Cortijo de Victoriano, que queda a nuestra derecha. Solo unos metros después a nuestra izquierda sale un precario carril. Abrimos la puerta (es camino público) y seguimos por éste, al Noreste.

Siguiendo siempre el carril principal y una dirección Norte al principio y Noreste después llegamos al Cortijo de la Alamedilla Alta, dejando antes a nuestra derecha la cabecera del arroyo de la Alamedilla y una bonita zona de rocas graníticas. En el lado izquierdo del cortijo hay un vallado y una puerta. Tras pasar por la puerta, seguimos dirección Norte hasta que llegamos a una bifurcación de carriles.

Tomamos el carril de la derecha, tras pasar por otra puerta. Ahora vamos virando dirección Este, caminando casi por la cresta del Cerro Bermejo y ganando vistas sobre el hendido barranco del Río de las Yeguas y Sierra Madrona, en la provincia de Ciudad Real. Tras algunos zigzagueos del carril, dejando a nuestra derecha el Cerro Bermejo, salimos al Camino de los Madereros, muy cerca ya de la orilla del Río.

Seguimos el camino a la izquierda y llegamos al vado en el Río de las Yeguas. Tras pasar a la otra orilla, remontamos el Río por su orilla natural izquierda (derecha en el sentido de nuestra marcha), por carril hasta llegar a la altura del bonito y desvencijado Puente de Valdelagrana y después unos metros campo a través, para disfrutar de la ribera de éste precioso río. Desandamos nuestros pasos hasta llegar al vado y seguimos los restos de lo que en su día fue un carril, río abajo y que lleva a otro bonito puente sobre el arroyo de Valdelagrana, a escasos metros de su desembocadura.

Toca cambiar de orilla para regresar, y en vez de hacerlo de nuevo por el vado, decidimos hacerlo por el Puente de Valdelagrana. Una riada destrozó la parte central del puente e hicieron un “apaño”, para que al menos de forma peatonal se pueda vadear el río por el mismo. Se trata de una plataforma de hormigón muy estrecha y sin barandillas. Se pasa bien, pero las personas con miedo a la altura deben abstenerse de hacerlo, pues una caída desde aquí podría resultar fatal. También hay que aclarar que cuando el Río vaya crecido será imposible pasar por el vado sin mojarse los pies.

Una vez en la otra orilla seguimos el Camino de los Madereros, hacia el Sur tras pasar por el cruce con el carril por donde descendimos al Río. Tras un fuerte ascenso, donde podemos disfrutar de las vistas del bellísimo valle del Río de las Yeguas y de parte de los Parques Naturales de la Sierra de Andújar y de la Sierra de Cardeña y Montoro, además de las cumbres más elevadas de toda Sierra Morena: las de Sierra Madrona, llegamos a la zona sensiblemente llana y adehesada que caracteriza a los alrededores de Cardeña.

Tras pasar cerca de las casas de Moreno y del Barranco del Cepo, lindando con la finca de la Alamedilla Baja, llegamos al cruce por donde a primera hora de la mañana nos salimos del camino principal y al Cortijo de Victoriano. Solo resta desandar los 700 metros comunes a los de la ida para llegar al lugar donde estacionamos el coche.








Comenzamos a caminar por el Camino de los Madereros.

Pronto vadeamos el arroyo de los Madereros...

...y llegamos al Cortijo de Victoriano...

...donde nos salimos del camino principal.

Al fondo la Sierra de Andújar.

Bonitas dehesas de encinas...

...y zonas de rocas graníticas, donde campean algunos de nuestros últimos linces ibéricos.


Llegamos al Cortijo de la Alamedilla Alta.



Valle del Río de la Yeguas, que separa los Parques Naturales de la Sierra de Andújar y la Sierra de Cardeña y Montoro. También separa las provincias de Córdoba y Jaén.


Sierra Madrona al fondo...

...donde se hayan las máximas altitudes de toda Sierra Morena.

Tuvimos la inmensa suerte de poder ver juntos buitres leonados y negros.


Cerro Bermejo.


El precioso Río de las Yeguas.


Llegamos al vado del Río, desde donde vemos el Puente de Valdelagrana.

Vado en el Río de las Yeguas.

Puente de Valdelagrana.



Parte estrecha de hormigón y ya sin barandas.



Puente sobre el arroyo de Valdelagrana.


Pequeños rápidos en el Río de las Yeguas.




Barranco del Río de las Yeguas.


Puente en el arroyo de Valdelagrana.




Sierra Madrona al fondo.

Bolos graníticos.


Preciosas dehesas.


Magníficos viejos muros que separan las parcelas de la dehesa.


Ganado vacuno en las Casas de Moreno.

Casas de Moreno.


Ganado porcino en la Alamedilla.

Llegamos de nuevo al Cortijo de Victoriano...

...y al arroyo de los Madereros...

...a pocos metros de concluir la ruta.







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